La seguridad activa

Cuando se produce un accidente, se estudia cuál ha sido el factor que lo ha ocasionado.
Existen 3 factores posibles: Factor vía (culpa del mal estado de las carreteras), factor
vehículo (estado del vehículo) y factor humano (el más habitual). Este último, es el más
común debido a las distracciones e imprudencias que algunos conductores cometen en
la conducción.
La seguridad activa es la responsable de evitar, en la medida de lo posible, que se
produzca un accidente por el factor vehículo. Hoy en día la seguridad es tan eficiente
que son pocos los accidentes causados por este factor, ya que los fabricantes se
aseguran de que todo el vehículo esté lo más preparado posible.

Así pues, ¿cuáles son los elementos que conforman la seguridad activa?

Como bien hemos dicho, la seguridad activa es la que pretende protegernos de tener un
accidente. La conforman elementos como: sistema de frenado, suspensiones, sistema
de dirección, el alumbrado, los neumáticos… Si nuestro vehículo presenta todos estos
elementos en buenas, condiciones tendrá menos riesgo de accidente por factor vehículo.

Condiciones óptimas de la seguridad activa

Nuestra seguridad activa será óptima y eficaz cuando presentemos los elementos en
plenas condiciones de uso. Para ello los neumáticos deberán conservar el dibujo como
es necesario y ser cambiados cuando se requiera, la dirección y suspensión deben ser
comprobadas de manera regular, el sistema de frenado debe ser él adecuando,
revisando que zapatas o pastillas estén en buenas condiciones y el alumbrado debe ser
el suficiente como para ver y ser visto tanto de día como de noche en cualquier situación
climatológica.

Seguridad pasiva

Al contrario que la activa, la seguridad pasiva sirve para después del accidente. Su
intención es reducir al máximo el riesgo de lesiones de todos los ocupantes del vehículo.
Con los años ha ido mejorando la tecnología y hoy en día los vehículos presentan una
seguridad pasiva muy eficaz.
Los elementos que la conforman son: cinturones de seguridad, airbags, apoyacabezas.
Estos elementos pueden salvarte la vida en un accidente.

Aunque no lo parezca, la propia carrocería del vehículo o el chasis también se consideran
elementos de seguridad pasiva, ya que, en caso de accidente, amortiguan el golpe de tal
manera que son ellos quienes sufren el daño y no los ocupantes.

Aunque los elementos mencionados anteriormente pueden ser muy útiles, deben ser
utilizados de manera correcta si queremos que sean funcionales.

El apoyacabezas, para su correcta utilización, debe estar regulado de modo que la parte
más alta del mismo coincida con la parte más alta de la cabeza. Se trata de un elemento
que sirve como apoyo para la cabeza y cuello en caso de colisión para evitar lesiones
cervicales y de columna.

El airbag son bolsas de aire que se inflan amortiguando la fuerza con la que se desplaza
el cuerpo en un accidente. Evitan que los ocupantes del vehículo colisionen con rapidez
contra elementos como el volante, los asientos delanteros (en el caso de los ocupantes
traseros) o el salpicadero; a la vez que reduce el movimiento del cuello y evita
hipotéticas heridas producidas por el vidrio del parabrisas.

El cinturón de seguridad tiene una función similar a la del airbag, teniendo como objetivo
frenar el cuerpo en la colisión y reducir al máximo el movimiento de la cabeza. Es muy
importante utilizar en todo momento el cinturón de seguridad, ya que, de no llevarlo,
otros elementos como el airbag pierden eficacia.

Todos los elementos mencionados son importantes y deben ser regulados
correctamente de manera simultánea si queremos que el vehículo nos brinde una
seguridad pasiva correcta.